El ahorro también es parte del trabajo

El ahorro es el acto de destinar una parte del ingreso presente para cubrir necesidades en un futuro. Sin embargo, no todos estamos conscientes de la importancia del mismo en el terreno laboral, pues solemos concebir dicho instrumento para emergencias en materia de salud o bien, simplemente para poder adquirir un bien más costoso en un futuro y que por el momento sería imposible de hacer sin que ello merme nuestras finanzas.

La Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados destaca que la duración promedio de un trabajo durante la etapa más productiva del mismo -18 a 44 años- es de 30 meses, aunque bien cabe aclarar que en nuestro país la realidad puede ser más abrumadora: el análisis sobre capital humano que presentó Pricewatherhouse Coopers destaca a México como primer lugar en rotación laboral a nivel Latinoamérica.

Si tenemos en cuenta que la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOEIII 2011) revela que 4 de cada 5 desempleados llevan al menos tres meses bajo esta condición, podemos afirmar que el ahorro del ingreso para un trabajador, sólo para conservar su nivel de ingreso durante el periodo referido, deberá corresponder al 9 % de su sueldo.

Así, este porcentaje de ahorro se convertirá en una herramienta de la cual podamos disponer ante una eventualidad que nos aleje de nuestra actividad laboral. Recuerda que aunque parezcas indispensable en tu lugar actual de trabajo y la experiencia sea una carta que juegue a tu favor, 10 de cada 11 personas que perdieron su empleo, ya contaban con una experiencia previa al mismo además que el 35 % de estos, posee un nivel de instrucción en los niveles profesional y medio superior.
  
Sabemos que las condiciones actuales dificultan el ahorro, pero debes realizar un esfuerzo para ajustar tu presupuesto al mismo recordando a quienes dependen de tu sueldo. Y es que según la citada encuesta del INEGI, por cada persona ocupada, existen detrás alrededor de 1.3 dependientes económicos. Si consideras que tu ingreso es ‘muy bajo’ para realizar tal proeza, también debemos recordar que cuando el estrato socioeconómico es bajo, los dependientes ascienden a 1.6 por cada trabajador.

También puedes informarte sobre los seguros de desempleo existentes por parte de las instituciones financieras, aunque recomendamos que te informes perfectamente de sus condiciones y restricciones para que este pueda resolver tu problema.

¿Aún puedes destinar un mayor porcentaje al ahorro?

Si  además de poder destinar dicha parte de tu ingreso tienes las posibilidades de contar con un remanente, lo más conveniente para el mismo es que lo inviertas. Todo ahorro es una inversión pero no toda inversión es un ahorro. Si tu ingreso proviene de alguna actividad empresarial o realizada por cuenta propia, destina capital al mismo rubro al que actualmente te dedicas. Tú eres el experto.

Sin embargo, si como el 61 % de los mexicanos ocupados eres asalariado y cuentas con recursos disponibles para invertir sin que de ellos tengas la necesidad de una disposición a corto plazo, te sugerimos instrumentos de inversión, aunque debes ser cuidadoso, pues no todas las ofertas te generarán rendimientos netos. El contrato que formalices deberá tener una tasa superior al 5 % de rendimiento anual, para que de esta forma no pierdas poder adquisitivo por efecto de inflación e impuestos sobre la utilidad generada pues de lo contrario, tendrías sólo una cuenta para ‘guardar tu capital’ -que es distinta a una de ahorro- donde además, perderías el beneficio de poder disponer de tus recursos inmediatamente.

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